La Fortaleza Ozama es uno de los monumentos históricos más antiguos y emblemáticos de la República Dominicana y de todo el continente americano. Ubicada en el corazón de la Zona Colonial de Santo Domingo, justo a orillas del río Ozama, esta fortaleza fue construida en el siglo XVI, marcando el inicio de la arquitectura militar europea en América.
Su construcción comenzó en el año 1502, poco después de la llegada del gobernador Nicolás de Ovando a la isla. La fortaleza fue levantada con piedra coralina extraída de los alrededores y diseñada para proteger la ciudad de Santo Domingo de posibles ataques de piratas y enemigos del imperio español. Fue terminada en 1508 y se considera la fortaleza militar más antigua del Nuevo Mundo. Durante siglos, la Fortaleza Ozama no solo sirvió como punto estratégico de defensa, sino también como cárcel colonial. Por sus calabozos pasaron prisioneros importantes, incluyendo enemigos del régimen de Trujillo, y hasta figuras políticas y revolucionarias del siglo XX.
La construcción más representativa de la fortaleza es la Torre del Homenaje, una imponente torre de unos 18 metros de altura, que se alza como símbolo de poder y vigilancia. Desde lo alto se puede apreciar una vista panorámica del río Ozama y gran parte de la ciudad colonial. Sus gruesas murallas, pasadizos internos y cañones originales aún conservan ese aire imponente que recuerda los días de batallas y conquistas. La estructura completa combina estilos góticos y medievales, propios de la arquitectura militar europea del siglo XV. El recinto también cuenta con patios internos, almenas, túneles y un pequeño museo que narra la historia militar del país y de la ciudad de Santo Domingo. Caminar por la fortaleza es como viajar en el tiempo y vivir de cerca los primeros años de la colonización.
La Fortaleza Ozama es parte integral del Conjunto Monumental de la Zona Colonial, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1990. Hoy en día, es uno de los principales atractivos turísticos del país, visitado tanto por dominicanos como por extranjeros que quieren conocer más sobre los orígenes de la nación. Además, el lugar suele ser escenario de eventos culturales, exposiciones artísticas y actividades educativas, que buscan mantener viva la historia de la ciudad primada de América.